sábado, 6 de junio de 2015

9 de junio de 2014


Las ideas no deberían llegar a ser rastros rojos...


viernes, 19 de julio de 2013

viernes, 8 de junio de 2012

María Zambrano, una presencia decisiva

Por Emile Cioran


Basta con que una mujer se entregue a la filosofía para que se  vuelva presuntuosa  y  agresiva  o reaccione  como  una advenediza.   Arrogante,  al   tiempo   que insegura, visiblemente asombrada, parece a todas luces no hallarse en su elemento.

¿Cómo es posible que el malestar de  tal situación inspira no se produzca jamás en presencia  de  María  Zambrano?  Me  he hecho esta pregunta con frecuencia y creo haber  hallado  la  respuesta: María  Zambrano no ha vendido su alma a la Idea, ha salvaguardado su  esencia única situando la experiencia  de  lo  insoluble  sobre la reflexión acerca de ello; ha  superado, en suma, la filosofía… Sólo es verdadero a sus  ojos  lo  que  precede  o  sucede  a  lo formulado,  el  verbo  que  se  zafa  de las trabas  de   la expresión o, como ella ha dicho magníficamente, la palabra liberada del lenguaje.

Pertenece María Zambrano a ese orden de  seres  que  lamentamos  no  encontrar más que en raras ocasiones,  pero en los que no cesamos de pensar y a los que quisiéramos comprender o, cuando menos, adivinar. Un fuego interior que se  esconde, un ardor que se disimula bajo  una resignación irónica: todo en María  Zambrano desemboca en otra cosa, todo conlleva su otro lugar, todo. Por mucho que uno pueda hablar con ella de cualquier cosa, se tiene, sin embargo, la certeza de que antes o después nos deslizaremos hacia interrogantes esenciales  sin  seguir  necesariamente  los  meandros del razonamiento. De ahí un estilo de conversación en nada entorpecido por la tara de la objetividad y gracias al cual  ella nos conduce hacia nosotros  mismos,  hacia  nuestras perplejidades virtuales.  Recuerdo con  precisión el  momento en que, en el Café de Flora, tomé la decisión de explorar la Utopía. Sobre este tema, que habíamos tocado de pasada, citó ella una opinión de Ortega que comentó con  insistencia; yo resolví en ese mismo instante entrar a fondo en la nostalgia o en la espera de la Edad de Oro. Tal hice luego con una curiosidad frenética que, poco a poco,  había  de  agotarse  o  transformarse  más bien en exasperación. Lo cierto es que dos o tres años de extensas lecturas tuvieron su  origen en  aquella  conversación.

¿Quién  como  ella,  adelantándose  a  nuestra inquietud o a nuestra busca,  tiene  el don de dejar caer la palabra imprevisible y  decisiva, la  respuesta  de  prolongaciones  sutiles?  Por eso desearía uno consultarla al llegar a la encrucijada  de  una  vida, en  el  umbral de  una conversación, de una ruptura, de una traición, en la hora de las  confidencias últimas, grávidas  y comprometedoras,  para  que  ella  nos revele y nos explique a nosotros mismos, para que ella nos dispense de algún modo  una ab- solución  especulativa  y  nos  reconcilie  tanto con  nuestras impurezas  como  con  nuestras indecisiones y nuestros estupores.

domingo, 11 de marzo de 2012

Deconstrucción

Marica

1. Sujeto homosexual consciente de la hegemonía.
2. Hombre o mujer homosexual que no reacciona con violencia y prejuicios en contra de la heterosexualidad u otras formas de relación sexual que no sea la suya.
3. Persona capaz de pensar por si mismo sin la intervención de otros medios (políticos, mediáticos, religiosos, sociales).

miércoles, 5 de enero de 2011

La metáfora del cuarto de baño


Si dos personas viven en un apartamento y hay dos cuartos de baño, entonces los dos tienen libertad para usar el cuarto de baño cuantas veces quieran y pueden estar en el cuarto de baño todo el tiempo que deseen y para lo que deseen usarlo. Y todo el mundo cree en el derecho a cuarto de baño y en la libertad a usarlo cuando le apetezca, nadie está en contra de eso, todos creemos que debería estar hasta en la Constitución.

Pero si hay veintidós personas en el apartamento y solamente dos cuartos de baño, no importa cuánto crea la gente en la libertad y el derecho a cuarto de baño, porque tales cosas no existen. Entonces hay que establecer turno para cada persona para usar el baño, se tienen que establecer normas como que no puedes usarlo para cortarte las uñas, solo para necesidades y ducharte, lo que tendrás que hacer en poco tiempo… tienes que golpear la puerta para entrar… “¿Aún no estás listo?”… y así. De la misma manera la democracia no sobrevive cuando hay superpoblación. La dignidad humana no puede sobrevivir a ello. La comodidad y la decencia no pueden sobrevivir a ello. A medida que crece la población planetaria el valor de una vida no solamente declina, sino que al final desaparece. Ya no importa si alguien muere. Cuanta más gente hay, menos importa cada individuo.


Isaac Asimov

sábado, 21 de agosto de 2010

Sobre el discurso promiscuo de la homosexualidad: contestación a los opinantes


En México se aplicó hace poco (diciembre de 2009) la ley de adopción a las parejas homosexuales. Las opiniones comenzaron a brillar en los medios de comunicación. El cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, afirmó que las uniones gay en México es “un error gravísimo” que “atentan contra la naturaleza humana”. Es posible un análisis del discurso que se ha dado en torno al tema, específicamente de aquellos prejuicios que se tienen en torno a la homosexualidad. Podemos empezar diciendo que no sabemos nada y nos ayudaremos del diccionario para tratar de comprender mejor lo que se está ( y nos están) tratando de decir.

Empecemos por una opinión dada en el Diario de Xalapa, en la página cuatro el sábado 21 de agosto de 2010. El opinante dice que: “la promiscuidad es una característica homosexual”. La homosexualidad se define (RAE) como la inclinación hacia la relación erótica con individuos del mismo sexo y la práctica de dicha relación. La heterosexualidad es la relación erótica entre individuos de diferente sexo. Continuamos con la palabra promiscuidad, la cual se refiere a una mezcla o confusión, la segunda acepción es la convivencia con personas de distinto sexo. Si buscamos diferente encontramos que significa diverso o distinto. Entonces heterosexual es promiscuo (?), la homosexualidad no lo es, al menos que se refieran a la mezcla o confusión, confusión de qué. Es de suponer que se refieren a que el homosexual es promiscuo, es decir, la persona que mantiene relaciones sexuales con otras varias… entonces los heterosexuales no son promiscuos, no tienen relaciones sexuales con otras personas a lo largo de su vida, supongo que los más apegados a la norma sí, en dado caso los fabricantes de preservativos hubieran quebrado porque la mayoría sólo tendría relaciones con la misma persona en toda su vida, solamente los utilizarían aquellos que se quisieran proteger de alguna ETS. Por lo visto se ha hecho una aproximación de promiscuo con la homosexualidad, pero también en un sentido de aberrante, porque lo aberrante es lo dicho de una cosa que se desvía o aparta de lo normal o usual. Sigamos con el análisis. Lo normal es aquello que se halla en su estado natural, que sirve de norma o regla, y norma es la regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades, etcétera. El homosexual no sigue la norma, la regla de la tradición jadeó-cristiana puesto que en el libro sagrado se dice "No te echarás con varón como con mujer; es abominación" (Levítico 18:22), y "¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios" (1 Corintios 6:9-10). Estas son algunas de las tesis de la tradición cristiana para tachar al homosexual. Supongo que los heterosexuales solamente tienen relaciones sexuales, o copulan cuando están casados, porque esa es la norma. ¿Es cierto esto? Fornicar es cópula carnal fuera del matrimonio. El matrimonio es, palabra que defienden los católicos a capa y espada, unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o formalidades legales. Es cierto, el homosexual no entra dentro de este esquema, entonces en verdad fornica (?), el homosexual cópula fuera del matrimonio por la simple razón de que es una relación con una persona del mismo sexo y el matrimonio es una unión de hombre y mujer, entonces no fornica, sólo fornica el heterosexual(?).

El opinante de la página cuatro también dice: “Porque los gay no me pueden afirmar que existen parejas estables completamente fieles: la monogamia homosexual no existe, por más que estés en pareja con alguien siempre buscas más u otras experiencias arriesgando tu salud física y mental”. No sólo los homosexuales pueden contestar a esta pregunta, creo que también los heterosexuales. Podemos estar de acuerdo en la primera oración que dice que no existen parejas estables completamente fieles, tanto homosexuales como heterosexuales nos encontramos dentro de una dinámica donde se pueden tener varias relaciones con distintas parejas fuera de una relación “formal”. O alguien me puede decir que no ocurren encuentros de esta naturaleza en las parejas heterosexuales (?). Supongo que sí existen heterosexuales que realizan este tipo de dinámica, no es preciso indagar más al respecto sobre el punto pues hay una infinidad de historias que se podrían citar. Sigue después de los dos puntos: la monogamia homosexual no existe. ¿Existe la heterosexual? ¿La monogamia es exclusiva del heterosexual? De acuerdo, analicemos la palabra monogamia. La monogamia es la cualidad de monógamo, y el monógamo es aquél casado con una sola mujer, el que se ha casado una sola vez. En esta palabra no dice nada de relaciones sexuales con otras personas, simplemente es aquél que se ha casado una sola vez. Claro está, el homosexual no se puede casar una sola vez en algunas partes del país, entonces no es monógamo o alguna lesbiana que se ha casado en el distrito federal y que se ha casado con una sola mujer entonces es monógama (?). Podemos comenzar a entender menos o preguntarnos más a las palabras utilizadas en el discurso, de qué manera son utilizadas y con qué fines. El opinante también dice que no hay parejas fieles. Fiel indica aquél que guarda fe, o es constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus obligaciones, es exacto, conforme a la verdad o cristiano que acepta las normas de la iglesia. ¿Los heterosexuales son completamente fieles? ¿Los heterosexuales son cristianos? ¿Los que no son cristianos no son heterosexuales?

En la página siguiente, otro opinante realiza una opinión (página cinco del Diario de Xalapa, del mismo día). Considera que nadie ha pensado en el daño moral que pueden causarle a los “pequeños”. Su análisis es el siguiente:

1. “En un hogar normal, cuando en los padres naturales hay alguna desavenencia, a las criaturas se les presenta un dilema ¿a quién deben obedecer?”

2. “… si la pareja está formada por dos hombre, ¿a quién va a llamar mamá y , en el caso contrario, si son dos mujeres, a quién papá?

3. “Y cuándo salgan de las cuatro paredes de la casa, ¿qué pensarán cuando vean que en otros niños la situación es distinta en cuanto a los progenitores se trata’

4. Por último indica: “recordemos que siempre se ha sostenido que la educación comienza en casa, ya que el ejemplo es un gran auxiliar en cuanto a educar se refiere”

Podemos decir que:

a) ¿Existe una supremacía en la relación heterosexual, dónde el niño no se hace la misma pregunta si sus padres tienen una desavenencia (entendiendo esta como: Oposición, discordia, contrariedad)? ¿A los padres heterosexuales nunca se les presenta una discordia? Imaginemos una pareja que se esté divorciando, el hijo hipotético tendría que hacerle caso a su padre por ser el que lleva el dinero a la casa, el patriarca, el varón, o a la madre por ser quien le dio la vida y prepara la comida, o quizás también lleve el sustento a la casa.

b) Supongo que el niño no se verá en la necesidad de etiquetar a sus padres con una dicotomía (División en dos partes, en este caso: mamá y papá). Simplemente dirá que tiene dos padres o dos madres. No hemos escuchado decir a los infantes cuando pasan mucho tiempo con sus tíos, abuelos, hermanos, etcétera (aquellos que no son sus padres) decirles: mamá o papá. ¿O esto no es posible que ocurra? ¿El pequeño tiene la conciencia suficiente para decir que sólo debe tener una sola madre y un solo padre?

c) El niño quizás diga que existen tanto parejas de papá y mamá, como de dos papás y de dos mamás como en su casa. El niño no crece con el esquema de la “naturalidad” social de mamá y papá, considerando necesario (Que forzosa o inevitablemente ha de ser o suceder) padres de distinto sexo puesto que está viendo de primera mano que esto puede ser de otra forma.

d) Claro está que se la gran bandera que se tiene es que la educación se imparte en la casa en un primer momento. En un espacio donde se “educa” diciendo que la homosexualidad es una aberración, un pecado, una falta, un pecado, el infante saldrá y lo reproducirá con la misma intolerancia que sus padres. En cambio si se le dice que es otra forma de ser, como infinitas posibilidades de ser existen en la vida, entonces no caerá en el juego del hostigamiento y en cambió tendrá un mayor entendimiento del mundo que lo rodea. ¿Cómo se educa actualmente? ¿cómo es la educación de una pareja heterosexual y una homosexual? ¿El infante nunca llegará a tomar decisiones por su propia cuenta?

Para finalizar el opinante considera que hay un olvido de los derechos de los niños. Pues hagámosle caso y recordemos los derechos de los niños. El artículo primero dice: Todos los niños y niñas deben tener los mismos derechos sin distinción de sexo, color, religión o condición económica. Y el último indica: Los niños y niñas han de ser educados en un espíritu de comprensión, paz y amistad y han de estar protegidos contra el racismo y la intolerancia. La intolerancia es: Falta de tolerancia, especialmente religiosa. La tolerancia es: acción y efecto de tolerar y el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.